La Pasión de Cristo, una película imperdible.

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El Confesionario

A pesar de todos los contratiempos y obstáculos, hace dos décadas todo el mundo hablaba de la película La pasión de Cristo, coescrita y dirigida por Mel Gibson y protagonizada por Jim Caviezel. ¿Te acuerdas?

La primera película con clasificación R (R: Restringido. Los menores de 17 años deben estar acompañados por un padre o tutor adulto. NC-17: No se admiten niños menores de 17 años) que en Norteamérica recaudó tanto dinero.

The New York Times profetizó que este filme iba a significar el fin de la carrera profesional de Gibson e instó a boicotearla.

Su éxito hasta el día de hoy va más allá de cualquier expectativa humana.

¿FE Y MILAGRO?

Pero, ¿cómo fue que se gestó esta idea? En los años 90 Gibson tenía 34 años cuando pasaba por una fuerte una crisis de fe y sentía la necesidad de adentrarse en la figura de Jesús y de sus padecimientos, para entender hasta qué punto era grande su amor hacia los hombres.

“Yo siempre he creído en Dios, en su existencia. Pero a mitad de mi vida dejé algo de lado mi fe y otras cosas ocuparon su lugar. Comprendí entonces que necesitaba algo más si quería sobrevivir.

Me sentí impulsado a una lectura más íntima de los Evangelios y ahí fue donde la idea empezó a cuajar dentro de mi cabeza.

Empecé a imaginarme el Evangelio con gran realismo, recreándolo en mi propia mente, para que tuviera sentido y fuera relevante para mí. Cristo pagó el precio de nuestros pecados.

Entender lo que sufrió, incluso a nivel humano, me hace sentir no sólo compasión, sino también sentirme en deuda: quiero compensarle por la inmensidad de su sacrificio”.

Tuvieron que transcurrir 12 años para que Gibson rodara La pasión en Italia entre octubre de 2002 y febrero de 2003.

Pero el inicio de producción también llevó a que el guion se filtrara y es ahí donde incluso lo acusan de antisemitismo, tema grave en un país como Estados Unidos y en la industria hollywoodiense. Mel fue acusado de promover el odio a los judíos, por ser expuestos como responsables de la muerte de Jesús. Esto la llevaría a ser clasificada y censurada (antes de verla) como una amenaza para el pueblo judío.

Con toda la fama y popularidad de la que gozaba Gibson podríamos pensar que tendría todo resuelto para hacer su proyecto, pero en realidad no fue así.

Buscó uno a uno para sumarlos, pero, tras siete rechazos, nadie aceptó producirla.

Una película con altos grados de violencia y hablada en lenguas muertas era un fracaso inminente; eso sin contar que Mel se negaba a utilizar subtítulos.

Sin la venia de los grandes estudios cinematográficos y sin voluntad de ceder libertad artística, Gibson decidió financiar él mismo la aventura.

El rodaje tuvo lugar en Italia, en los conocidos estudios Cinecittà de Roma y en diversas locaciones (Matera y Craco, ambas en la región de Basilicata).

El costo de producción rondó los 30 millones de dólares, a los que habría que sumar otros 15 millones de gastos de publicidad y marketing, que fueron asumidos en su totalidad por Gibson y su productora, Icon Productions.

El elenco era encabezado por Jim Caviezel, Maia Morgenstern (María), Christo Jivkov (Juan), Francesco de Vito (Pedro), Monica Belucci (María Magdalena) y Lucas Lionello (Judas Iscariote), entre otros.

La historia estaba muy clara. Llevar a la pantalla grande las ultimas 12 horas de Jesús cargadas de representaciones gráficas de la flagelación y crucifixión, mostrando una crudeza insoportable que muchos consideraban excesivamente violenta y otros que la elogiaron por su autenticidad histórica y su capacidad para transmitir con realismo el sufrimiento de Cristo.

Comienza con la agonía en el huerto de los olivos, continúa con la traición de Judas Iscariote, la flagelación en el pilar, el sufrimiento de María profetizado por Simeón, la crucifixión y la muerte de Jesús y una breve descripción de su resurrección.

En las semanas previas al estreno, hubo exhibiciones para grupos católicos, evangélicos y líderes religiosos. Gibson declaró que el papa Juan Pablo II la había visto y la había aprobado.

En enero de 2004, el entonces director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, emitió un comunicado señalando que el papa Juan Pablo II había visto la pelí – cula, y luego la calificó positiva – mente: “Una adaptación cine – matográfica del hecho histórico de la pasión de Jesucristo según el relato evangélico”.

Durante el rodaje ocurrieron hechos inexplicables a diferentes personas de la producción; Caviezel tenía 33 cuando interpretó a Jesucristo en 2004. Además, su nombre lleva las mis – mas iniciales que las de Jesucristo (J.C.). El actor se dislocó el hombro cuando la cruz que debía cargar, mientras rodaba el camino al Calvario, cayó sobre él.

Jim, mientras filmaban bajo un diluvio uno de los escasos flashbacks de la historia, el Sermón de la montaña, Caviezel fue alcanzado por un rayo. Algunos tardaron en darse cuenta de lo que había sucedido. “Mel gritó ‘¡acción!’ y el rayo me dio mientras las cámaras lentamente giraban hacia mí. Fue como un fogonazo. Me encendí como un árbol de Navidad.

Cuando la cámara llegó hasta a mí, escuché que Mel Gibson gritó ‘¿qué mierda le pasó en el pelo?’. Quedé como si hubiera ido al peluquero de Don King. Y a mi alrededor había varios ex – tras tirados en el piso todavía afectados”.

Durante el rodaje llegó a perder casi 20 kilos y tuvo que so – meterse posteriormente a dos cirugías a corazón abierto.

Otro que fue alcanzado por un rayo fue Jan Michelini, el asistente de dirección. Lo extraordinario fue que unas semanas después, a Michelini le ocurrió el mismo suceso por segunda vez, a lo cual inexplicablemente sobrevivió sin secuelas.

En el set aparecieron personas vestidas totalmente de blanco que daban consejos de cómo rodar la película. Después de terminar de filmar la película nadie las volvió a ver.

Fue un rodaje muy demandante. Incluso hicieron que corriera la versión de que el proyecto tenía una maldición, a lo cual Gibson respondió que todo era una bendición. Y que se sentía protegido por el Espíritu Santo.

En el tiempo de trabajo varias personas se convirtieron al cristianismo. Una de ellas fue el actor que encarnó a Judas Iscariote.

A petición del director, en varias ocasiones se llevaron a cabo misas en el set y todos los días un sacerdote ofrecía la comunión al equipo técnico y al elenco.

Jim Caviezel, a pesar de todo, ha proclamado con orgullo su fe en Cristo en medio de la maldad de Hollywood.

Aprendió arameo, latín y hebreo. En su vida personal es un activo practicante de la religión católica y de vida familiar.

Sobre la excesiva violencia y sangre que se ve en pantalla, Mel Gibson dijo en su momento: “Si hubiéramos filmado exacta – mente lo que pasó, nadie hubiera sido capaz de verlo.

Pienso que nos hemos acostumbrado a ver cruces bonitas en la pared y nos olvidamos de lo que realmente ocurrió.

Sabemos que Jesús sufrió y murió, pero no nos hacemos realmente idea de lo que esto significa. Yo tampoco me daba cuenta hasta ahora de todo lo que Jesús sufrió por nuestra redención”.

¿Hasta qué punto esta obra cinematográfica actúa como un instrumento de gracia?

Pero al hacerla, descubrí que, en realidad, me había purgado. De alguna manera, me sanó. Mi objetivo es que quien la vea experimente un cambio profundo. El público tiene que experimentar esta dura realidad para en – tenderla.

Quiero llegar a la gente con un mensaje de fe, esperanza, amor y perdón. Cristo nos per – donó incluso cuando fue torturado y asesinado. Ese es el máximo ejemplo de amor”.

A pesar de estar nominada en tres categorías en la 77ª edición de los Premios de la Academia, no ganó ningún premio Óscar.

La pasión de Cristo se convirtió en la película clasificación “R” más taquillera de la historia del cine hasta nuestros días.

Actualmente, Gibson y Caviezel trabajan juntos para hacer realidad la secuela de La pasión de Cristo, que se centrará en los tres días entre la muerte y la resurrección de Jesús.

La película se encuentra aún en desarrollo y el nombre que se sabe que llevará es La pasión de Cristo: Resurrección- Parte 1.

Mel Gibson, Jim Caviezel y Steve McEveety no se arrepienten de todo lo que pasaron. Las carreras de los tres como actor, director y productor se vieron truncadas a partir de esta producción en Hollywood.

Dicen los especialistas que quizá sus nombres no vuelvan a aparecer en grandes películas, pero motivos tienen para pensar que están escritos en el cielo.

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